Manipulación genética de los seres humanos.
En el año 1990 y por primera vez, seres humanos
recibieron genes con el fin de modificar su patrimonio genético
y curar ciertas enfermedades. Este hecho corresponde a la primera manipulación
genética realizada. Ello ha producido también
cierto temor por parte de la sociedad, porque el científico actual
cuenta con herramientas que nunca antes habían estado a su disposición,
con las cuales eventualmente puede cambiar el rumbo de la especie humana.
La manipulación genética con fines médicos
curativos se denomina Terapia Génica. Esta intenta curar definitivamente
algunas afecciones genéticas. En terapia génica se utiliza
la tecnología del ADN recombinante para corregir un gen defectuoso
y reemplazarlo idealmente por el gen normal en forma permanente. En la actualidad, ya se están llevando a cabo
varios intentos clínicamente controlados de terapia génica
somática (Sólo afecta al individuo que la recibe) en seres humanos con limitado éxito. Sin embargo,
hace un par de años ocurrió una muerte asociada a la terapia
génica de un joven voluntario portador de una afección
genética por lo que se han suspendido temporalmente muchos protocolos
de terapia génica que estaban en la fase clínica. También
existe la terapia génica de tipo germinal, que no solo modifica
la información genética del individuo que la recibe, sino
que él transmitirá esa modificación a sus descendientes
con insospechadas consecuencias, por lo que ella tiene grandes reservas
éticas y es censurada por una inmensa mayoría de científicos.
A pesar de la existencia de una moratoria internacional para este tipo de terapia, un grupo de investigadores de
la Universidad de Kentucky realizó un trasplante de mitocondrias
jóvenes a óvulos de mujeres viejas, logrando que estos
óvulos viejos adquirieran la capacidad de ser fecundados por
espermatozoides mediante fertilización in vitro. De este tipo
de experimentación nacieron 31 niños que son los primeros
seres humanos con información genética de tres padres
y ello es irreversible: el padre biológico, a través de
los cromosomas presentes en los núcleos de los espermatozoides;
la madre biológica vieja, que aporta los cromosomas presentes
en el núcleo y, por último, los genes de las mitocondrias
de los óvulos y los genes aportados por las mitocondrias de las
mujeres jóvenes.
¿Es esto adecuado? ¿Será normal para los niños tener tres padres?